Avance desde Esquipulas
14 agosto, 2012
Tras ya casi 8 semanas en Nicaragua, las cuales se nos han hecho realmente cortas, nuestro trabajo ya va llegando a su fin. Hemos topografiado todo el pueblo y la zona donde se ubicará la planta de tratamiento que en linea recta se encuentra a kilómetro y medio, pero el camino de acceso no es nada fácil. Llegar de la zona urbana al potrero (parte de una finca ganadera delimitada por valla de alambre para pasto) lleva como 25 minutos andando, más al volver en subida y después de ya 4 horas midiendo al sol… Debemos ir mirando al suelo todo el tiempo porque por el casi no pasa ni el ganado, puras piedras mojadas y resvaladizas por las que pasábamos cargados con trípode, jalón y estación total al hombro. Mencionar también la fauna salvaje que nos encontramos en las idas y venidas por ese camino. El primer día cuando tan solo fuimos a inspeccionar la zona para ver si era posible ubicar allí la planta tuve a mis pies una serpiente coral, no muy grande, pero lo suficiente para matarte si en vez de huir la da por atacar. El último día en el regreso vimos una iguana enorme por suerte suponemos no venenosa jeje porque ese día íbamos únicamente Daniel y yo.
Todo aquí es pura aventura, nunca sabes a ciencia cierta que puede pasar. Pero la verdad es que Nicaragua nos tiene enamorados, sus lindísimos paisajes, su gente, sus frescos y frutas… esto es inigualable. Ya tenemos ganas de volver y aún no nos hemos ido, con eso queda todo dicho.