Blog Amycos

Buenas tardes desde San Ramón. Por fin llegamos después de no pocas vicisitudes convertidas ahora en anécdotas dignas de compartir. El viaje no comenzó con buen pie. Nos cancelaron el vuelo y tuvimos que hacer noche Madrid. Conseguimos un billete para el día siguiente tras mucha insistencia y dos escalas más en el camino. Así que después de 24 horas de viaje llegamos a Managua el martes a las 20.30 horas. Cuando ya parecía que la cancelación había sido un mal sueño, el destino hizo invisible a nuestras maletas en la cinta del aeropuerto. En ese momento, un señor de la compañia Delta pronuncio nuestro nombre, supuestamente apesadumbrado, para comunicarnos que el equipaje de las señoritas Belén y Loreto no había llegado a destino. Ni llego el martes, ni el miércoles, ni el jueves… Pero si lo hizo el viernes y hoy, por fin, nos hemos reencontrado con nuestras maletas. De todo esto se sacan varias conclusiones. Una, que siempre hay que llevar cosas imprescindibles en el equipaje de mano (la crema hidratante sobra pero el pijama no) y dos, que se sobrevive con mucho menos de lo que pensamos. Es más, a estas alturas creemos que nos sobra la mitad de la maleta.
Todo esto también nos ha servido para conocer Managua durante el tiempo que estuvimos esperando el equipaje (todos los días nos decían que venían en el vuelo de ese día), coincidiendo además con la celebración del patrón que hace que la ciudad sea una fiesta y un bullicio de gente. Ahora ya en San Ramón, con las pilas cargadas y sin soñar con maletas por la noche, comenzamos una nueva aventura.

Un saludo de Loreto y Belén.

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