Primeras impresiones en Cochabamba.
20 agosto, 2014
Después de un largo viaje, aterricé en Cochabamba hace ya más de una semana. Mis compañeros de Anawin me recibieron sonrientes y me enseñaron un poco la ciudad. Poco después conocía mi nuevo hogar, una bonita casa cerca del Cristo de la Concordia.
Han sido unos días muy intensos y de muchas emociones. Poco a poco me he ido adaptando a la ciudad, su ritmo, su gente, su comida, sus calles… es todo muy diferente y con un encanto muy especial. Estoy conociendo a gente de la que estoy aprendiendo mucho y a la que estoy cogiendo mucho cariño a pesar del poco tiempo que llevo aquí!
He empezado el trabajo con Anawin y me han acogido muy bien. He estado poniéndome al día con los proyectos que están realizando y las actividades que están pendientes. A mitad de semana ya hemos ido al campo, a la zona de Chapisirca a visitar unas comunidades para hacer el seguimiento de los proyectos de sistemas de abastecimiento de agua y micro riego. El viaje hasta allí impresiona por las pendientes y caminos que se atraviesan, pero merece la pena. Conocer la realidad que viven esas comunidades y las condiciones tan duras que soportan, te ayuda a entender mejor su mundo.
Hicimos revisiones de los sistemas, visitas a las familias para ver sus cultivos en las carpas solares y se realizaron reuniones con los comités para tratar asuntos del proyecto. Ha sido una experiencia muy interesante, aunque a veces resulta muy difícil la comunicación con ellos por el idioma. Ya me estoy poniendo a aprender quechua!!
A la vuelta, disfruté el fin de semana, ya que se celebraba en Cochabamba una de las fiestas más importantes de año, la Virgen de Urkupiña. Las calles llenas de gente, música, bailes autóctonos, peregrinaciones y curiosas tradiciones.
Esta semana colaboraré con otros compañeros en el centro educativo de Villa Clotilde, un barrio de la ciudad donde se está realizando un proyecto con los niños y sus padres.
Saludos desde Bolivia!
Uxía