Burgos, ciudad de comercio justo
6 abril, 2017
Tomar conciencia del entorno donde vivimos, a pesar de la idioma que no dominemos, es un paso fundamental por adaptar nuestra manera de participar a las actividades. Dando charlas con mis colegas sobre el comercio justo, me dé en cuenta que no solo es necesaria sensibilizar a la gente sobre sus principios, también que el tejido comunal partícipe al esfuerzo de involución.
Así, la animación de talleres en varios centros cívicos Burgaleses fue la ocasión de medir la implicación de la ciudad sobre el tema del comercio justo. Burgos recibió la etiqueta¨Ciudad por el comercio justo¨ con su vecina Valladolid en Mayo de 2016. Una etiqueta para transformar radicalmente el entorno social y económica local con el fin de vivir en una comuna más responsable, más consciente de su poder como consumidor.
Los espacios públicos dejados por los centros cívicos permitieron la organización en un espacio único de juegos por los niños y de charlas por sus padres. Una combinación interesante para plantear unas cuestionas o por lo menos llamar la intención de los visitantes.
Curiosidad, timidez y iniciados, la diversidad de situaciones encontradas demostraron el interés y la necesidad de seguir adelante para volver las dudas sobre el tema en un reflejo de consumación en el cotidiano. También permitió mostrar a los ciudadanos – a través la forma de llevar a cabo los talleres- que el comercio justo es una pregunta intergeneracional con soluciones concretas y bien actuales.