Blog Amycos

Voluntariado Internacional y Servicio de Voluntariado Europeo

La maravillosa multiculturalidad

6 marzo, 2017

Sin duda, una de las mejores cosas que aporta la experiencia de vivir en otro país es el hecho de poder conocer a tanta gente tan diferente de un@ mismo@.

Evidentemente, para mí los primeros encuentros fueron con personas francesas, concretamente mis compañeras de piso, mis compañeras de asociación y l@s voluntari@s; pero también l@s conductores de autobús, l@s panader@s, l@s dependientes del supermercado, l@s camarer@s de los bares, incluso las personas que me cruzaban por la calle y que me preguntaban la hora.

Sin embargo, estoy teniendo la gran suerte de conocer no solo a franceses, sino también a mucha gente de otras partes del mundo: Italia, Alemania, Portugal, Austria, Bélgica, Suiza, Bulgaria, Eslovaquia, Marruecos Pakistán, Taiwán, EEUU, Colombia, Chile…

Estos encuentros permiten intercambios muy variados, y precisamente por eso, también muy enriquecedores. Intercambios en muchos contextos distintos, que permiten de hecho conocer culturas distintas en situaciones distintas, y por tanto aprender de los pequeños detalles que marcan la diferencia entre unas culturas y otras, pero también entre unas personas y otras.

Lo que conocemos limita nuestra manera de ver y de entender la realidad. Por eso es importante la apertura, porque mientras más conocemos, más se amplía nuestra visión del mundo, y más lejos se sitúan nuestros límites. Por eso, mientras más conocemos, más queremos conocer. Por eso es importante tener un espejo que nos recuerde constantemente que nuestra forma de ver las cosas no es la única. Y ese espejo son todas las personas diferentes que nos encontramos en el camino.

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