¡Cómo pasa el tiempo!
23 noviembre, 2018
Hola de nuevo
Hace unos días que no escribo en el blog y revisando mi diario me doy cuenta de que han pasado mas de dos semanas desde que llegué.
Creo que os conté un poco de mi primer contacto con los proyectos que Anawin está desarrollando. Fue en Tablamayu y Kochimayu, dentro del distrito de Colomi, dos comunidades cercanas donde desarrollan proyectos de dotación de agua, hábitos de higiene y soberanía alimentaria
Es curioso ver el logo de la Junta tan lejos de Castilla y León.
Durante los días que estuvimos viendo la obra de construcción del depósito, donde suele trabajar Sara, y las tomas de agua de una de las vertientes. Las condiciones de trabajo son duras, a más de 3500m de altura si llueve te pelas de frío y si hace sol, te abrasa. Se ve en la cara de los niños, apenas andan y ya tienen sus caritas curtidas por el clima.
Luego estuvimos con niños, preparando comida con los productos de la huerta que tienen a la puerta del sindicato de socios del sistema de agua.
La semana siguiente cambiamos de valle y nos dirigimos hacia Morochata. Ello implica subir un puerto de más de 4000m por una pista de lo más entretenida. En Bolivia cualquier desplazamiento aunque sea de pocos kilómetros implica varias horas de coche. El paisaje es espectacular, rodeado de montañas de más 5000 metros que no tienen nieve a pesar de ser tan altas.
Aquí estuvimos en el colegio de Pararani, con un taller de alimentación realizado conjuntamente con los profesores donde se intenta que los chavales se acostumbren a una higiene básica, tanto corporal como con el manejo de los alimentos de la huerta. También tienen un huerto escolar del que obtienen productos para su consumo habitual, variando un poco su alimentación casi exclusiva a base de papas
.
Esta zona no tiene un núcleo de población definido y los chavales tienen que andar varios kilómetros para ir al colegio.
Otro día estuvimos con varios socios de la comunidad del agua potable. El problema es que el monte que está detrás del depósito de agua se está desmoronando con las lluvias. La idea es cavar unas zanjas de evacuación del agua para proteger el depósito, siempre con la participación de los socios.
También hay un taller de cocina donde se preparan varios platos que degustaremos todos juntos a la hora de comer.
El tiempo nos ha respetado, han caído unas tormentas tremendas por la noche complicando un poco los caminos pero por el día hemos podido hacer todo el trabajo previsto.
Este fin de semana tenemos previsto ir a Torotoro, un pueblo a unos 200km de Cochabamba repleto de fósiles, huellas de dinosaurio, cuevas…
Ya os contaré