Nuevas experiencias
15 octubre, 2018
Hola de nuevo, hace mucho que no escribo para contaros cómo nos va, por lo que intentaré haceros un breve resumen.
La semana pasada Karol y yo nos fuimos junto a tres compañeros de Anawin a San José, una comunidad en la que ya se ha terminado el proyecto de agua. Fuimos allí para ver cómo esta funcionando el sistema, comprobar su mantenimiento y para reunirnos con el comité de agua para solventar los posibles problemas y plantear mejoras. Además como es una comunidad en la que se esta desarrollando actividades de soberanía alimentaria en el colegio fuimos a realizar un taller de tintado de cortinas para las clases y otro de alimentación saludable con los mismos productos que ellos están plantando en su huerto escolar, en el cual también trabajamos con los niños.
De camino a Cochabamba paramos en Tablamayu, una comunidad próxima a Colomi en la que se esta comenzando las obras para implementar agua potable en las casas. Allí estuvimos con los vecinos que estaban trabajando en cavar los tramos que les corresponde y subimos a ver las obras de toma y la excavación dónde se va a ubicar el tanque de agua potable.
El fin de semana nos le tomamos de descanso y como ya os han comentado mis compañeras nos fuimos a Villa Tunari. Allí pudimos conectar con la naturaleza, dar paseos por la selva y conocer otros animales.
Esta semana me separé de mis compañeras para ir a Tablamayu con el equipo responsable de la construcción del sistema. Durante estos días se ha montando el paso de quebrada, se ha finalizado la cimentación y el vaciado del tanque, gracias en parte a la ayuda de los beneficiarios que se han turnado para subir a echarnos una mano. La manera de construir aquí es diferente que en España, pues hay tiempos que se dedican en fabricar piezas que nosotros ya tenemos prefabricadas; A mi me parece que se pierde tiempo pero ellos aseguran que la calidad de lo que hacen compensa el tiempo. De todas formas, da gusto estar con un equipo predispuesto a poner todo su empeño en trabajar con frío, lluvia y a una altura de 3800 metros sobre el nivel del mar.
Ahora me despido desde Cochabamba con ganas de descansar pero a la vez de volver la próxima semana para seguir aprendiendo y disfrutando.