¡Como en casa! O casi…
23 octubre, 2021
¡Buenos días desde la soleada Eslovaquia! Sí, hace sol, no, no hace frío… Bueno, igual un poco sí… ?
23 días desde que empezó mi nueva aventura como voluntaria en Elovaquia, 23 días en los que no he parado ni un momento, 23 días que para mí han pasado volando. Pero antes de contaros como me ha ido por estos lares, voy a presentarme. Me llamo Cristina, tnego 30 años y soy una chica Asturiana que después de acabar sus estudios, necesitaba aire fresco y volver a reencontrarse con su lado multi e intercultural. Siempre me ha gustado conocer gente nueva, nuevas culturas, nuevos puntos de vista… ¡y que mejor manera que yendose fuera de España!
Una amiga me recomendó participar en el programa de European Solidarity Corps, porque me ofrecía eso que yo buscaba a la vez que me daba la oportunidad de hacer algo productivo por la sociedad. ¡Y aquí estoy! Me hice la maleta y me vine a Eslovaquia, más concretamente a Čadca, una pequeña ciudad, o al menos así lo llaman, ellos, al norte del país. ¿Por qué digo que así lo llaman ellos? Porque por muy ciudad que ellos digan que es, para mí esto es un pueblo grande . ¿Una ciudad con dos calles? A mí no me engañan… Hasta mi pueblo es más grande ?. Pero en fín, no nos vayamos por las ramas… que esto no es lo importante. Lo que quiero contaros en esta entrada son mis primeras impresiones…
Bien, ¡vamos allá! He de decir que antes de irme de Ribadesella (Asturias) no tenía ninguna idea preconcebida de lo qué me esperaba aquí, no sabía nada sobre el país, no había buscado nada por Internet, ningún prejuicio ni ninguna expectativa; lo único que sabía era situar a Eslovaquia en el mapa y que Čadca estaba al norte. Aunque sí es verdad que a pesar de no tener una idea formada en mi cabeza de cómo sería esto, cuando llegué me quedé sorprendida al ver que el paisaje no dista tanto del que me puedo encontrar en mi tierrina. En el tren de camino a Čadca, pude observar verde, mucho verde y muchas montañas por descubrir y conquistar. ¡Me sorprendió tanto que no hacía más que mandarles mensajes y vídeos a mi familia y amigos comentando lo similar que era esto con mi casa! Todavía hoy pienso en ello y en la sensación que me transmite, llevo casi un mes en un país completamente extraño para mí y no me siento lejos de casa. Puede que esto también tenga que ver con la gente que me rodea aquí. Tanto la familia de acogida que tuve la primera semana, la gente de Keric, como las demás voluntarias son como las rueditas de las bicis cuando aprendes a andar en ellas; gente que desde el primer momento se ha mostrado cercana, se ha preocupado por mí, ha abierto incluso su casa a una completa desconocida y me ha tratado como a una más, te integran en su vida y en sus actividades, etc. Son esos detalles los que hacen que la distancia no sea tan dura.
Y que decir de la gente de Eslovaquia… yo cuando llegué no hablaba ni papa de eslovaco, vale, sí, sabía presentarme, preguntar si hablaban inglés y el mítico buenos días, por favor y gracias. Peeeeero, con eso era suficiente, aquí la gente cuando ve que te esfuerzas por hablar su idioma ya de primeras y no les entras hablando en inglés, les aparece una sonrisa en la cara y aunque no hablen inglés, intentan de todas maneras ayudarte. Así es como conseguí llegar del aeropuerto de Bratislava a Čadca, pasando por un autobús, y dos trenes ¡¡¡y sin internet!!! Si, puede parecer que no es pa tanto, pero teneís que saber una cosa del transporte publico de aquí… y es que va un poco a su bola; puede que mires en internet los horarios y el tren que has mirado no aparezca, lo haga una hora más tarde o haya pasado hace dos; o que en lugar de en el andén 3 como te dice, de repente lo veas llegar y sea en el 7; o que estes esperando delante de la pantalla a que aparezca a que andén ir y solo te lo pongan 2 minutos antes de que el tren llegue… Síp amigos, sí… así funciona la cosa por aquí . ¿Os imaginas estar esperando en la estación al tren a que aparezca el andén con 3 minutos de margen con una maleta de 25 kg, una mochila de 10kg más el bolso? A correeeeeeeeer. Ahora te ríes de estas cosas, pero en ese momento, creedme, risa ninguna ?. En fin, historias para contar a la vuelta, creo que voy a escribirlas todas y hacerun libro para cuando vuelva, porque tenog la sensación de que no será la única.
Otra cosa de la que quiero hablaros que también me sorprendió, es la comida. No, no es que se parezca, no… naaaaaaaada más lejos de la realidad jajajaajaja. No voy a decir que sea mala, simplemente diferente… Aquí a todo le echan patata, patata como guarnición, a la sopa, tortitas de patata, patata como principal en el plato, etc. Patata, carne y queso; la base de la cocina eslovaca. Ideal para mi dieta ? Pero no es de eso de lo que quiero hablar, al fin y al cabo, me imaginaba que sería algo así. Lo que me sorprendio es ¡¡la hora a la que esta gente come!!!! ¿Cómo veis vosotros eso de comer a las 12 y cenar a las 6? Eeeeso mismo pensaba y sigo pensando yo, ¡a las 12 de la mañana estoy desayunando! ¿Cenar a las 6? Pero si es la hora de merendar… Pues es lo que toca aquí. Imaginaros mi cara el primer día cuando llego a la casa de acogida y mi host mum me dice a las 5 “Bueno, puedes sentarte que voy a darte la cena” Eeeeh, ¿Hola? Miré el movil a ver is había visto bien la hora y le dije “¿La cena? ¡Pero si son las 5!” Y sip, las 5 y la hora de cenar jajaja. Muerte y destrucción para mí. Todavía no me hago a estar coiendo a las 12 de la mañana y no sé si me haré a ello. Ya os contaré en unos meses cómo se desarrolla este tema ?
En cuanto al trabajo de voluntariado… estamos empezando poco a poco, me voy aclimatando a la forma de trabajar que tenemos aquí, poco a poco voy cogiendo más responsabilidades, hace dos semanas empecé con la cooperación con los coles y con las clases de español y la semana pasada me la pasé en Poprad en una formación para nuevos voluntarios. Pero todo esto se desarrola en la medida de lo que nos dejan, porque no os lo he dicho, pero aquí desde el lunes está todo cerrado menos los coles y esenciales, por el coronavirus; Eslovaquia y especialmente Čadca, está fatal de números… Asique poco nos dejan hacer… ¡Esperemos que poco a poco la cosa vaya a mejor y la proxima vez pueda contaros un poco más cómo va mi trabajo de voluntaria por aquí!
Y así para terminar, resumiendo rápido, por aquí todo bien: los días se empiezan a acortar, se hace de noche a las 7; el tiempo no está mal (1ºC mínima 11º máxima), solo ha llovido un día, cosa que si comparo con mi casa -donde llueve día sí y día tambien- me maravilla; y la mayor parte del tiempo libre la paso yendo de rutas o saliendo a caminar -tampoco hay mucha opción ahora mismo-. Os dejo algunas fotos y un vídeo de estos 23 días conociendo y descubriendo Eslovaquia y ¡nos vemos el mes que viene! ¡Dovidenia!