Hola gente!
Desde Valencia a Santa Maria da Feira, el tiempo pasa volando y ya llevo poco más de un mes en esta experiencia.
Bueno, me llamo Carla y sólo voy a estar 5 meses en este proyecto llamado “Diversities”.
Con anterioridad a mi llegada, tenía unas ideas preconcebidas muy equivocadas a lo que yo pensaba que era Portugal y su gente. Dentro de esas ideas, creía que el país vecino iba a ser muy parecido a lo que estoy acostumbrada en mi cotidianidad, pero no es así. Os voy a contar algunas de las diferencias que más me chocaron al llegar.
-El portugués es igual al castellano. Tras un mes estoy comenzando a comprender algunas cosas, leerlo es muy fácil, entender a una persona portuguesa en directo es otra cosa. A mi llegada podía entender como mucho una palabra, estaba totalmente desubicada y perdida si me hablaban en portugués. Además, el hecho de saber valenciano creo me complica un poco más el aprenderlo, ya que comparten muchísimas palabras y estructuras gramaticales como también con el castellano, sigo hecha un lío con las similitudes de las lenguas.
-Portugal es un país totalmente religioso y muy tradicional. Realmente me muevo en un contexto muy abierto en Valencia y aquí me siento como si viviera en una España de hace 40/50 años. Mi círculo de gente portuguesa es prácticamente inexistente, sólo del trabajo o de la asociación. De los cuales la poca juventud que conozco, tienen unos planes de vida tradicionales (casarse y formar una familia).
-La comida no es muy buena/sana. Todos los portugueses te dirán que aquí se come bien y te asegurarán que es mucho mejor que cualquier país, prácticamente la gran mayoría no han salido de su ciudad, son muy caseros.
En mi trabajo (Centro de día Parroquial de Fornos), poco a poco me voy integrado, pero fue muy complicado al principio, por el hecho de la comunicación. Sigo prácticamente sin entender a las personas mayores, pero paso la mayoría del tiempo con ellos tratando de conocerles, una mujer hasta me invitó a comer un domingo con ella y su familia para conocer una churrasquería. Son muy amables conmigo.
Después de haber cogido algo de confianza y un mínimo de comprensión del idioma, estoy realizando actualmente actividades de estimulación cognitiva y musicoterapia. Es complejo trabajar con muchos de ellos, el grupo en su mayoría no saben leer ni escribir, otros se encuentran en diferentes procesos de deterioro cognitivo, alzheimer… Es más complejo de lo que yo creía, no son muy participativos, pero hay que animarles a realizar actividades.
Por otra parte, he tratado de viajar cada fin de semana o ir a Porto. Al final de la semana necesito salir de este pueblo apartado de la vida “joven”, la verdad. Por suerte, dentro de la casa he encontrado gente maravillosa que se encuentra en el final de sus proyectos y me esta acompañando en mis inicios aquí. Juntos salimos cada vez que tenemos la oportunidad sin ellos no sería lo mismo, pasamos muy buenos ratos.
Llevo muy poco tiempo aquí, así que, aun me queda mucho por experimentar. Hasta la próxima!