Blog Amycos

Voluntariado Internacional y Servicio de Voluntariado Europeo

Acercándonos al Sur 2012-2019

Experiencia con Anawin en el fortalecimiento organizativo de las comunidades rurales

15 junio, 2024

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las ONGD Amycos y Anawin trabajan conjuntamente en proyectos de implementación de sistemas de agua. Sin embargo, este proyecto no se basa únicamente en la instalación del sistema, sino que también busca fomentar el emprendimiento femenino y, en particular, el fortalecimiento organizativo de la comunidad. Este aspecto es crucial para el éxito del proyecto a largo plazo, incluso después de que estas organizaciones ya no estén presentes.

Para llevar a cabo este tipo de capacitación, seguimos los siguientes pasos:

  1. Identificar las necesidades y problemas de la comunidad: Realizamos un análisis para comprender las principales preocupaciones y desafíos que enfrenta la comunidad.
  2. Realizar un diagnóstico participativo: Involucramos a los miembros de la comunidad en la identificación y priorización de sus problemas y necesidades.
  3. Establecer objetivos claros y alcanzables: Definimos metas específicas que sean realistas y medibles para guiar nuestras acciones.
  4. Fomentar la participación activa de todos los miembros: Promovemos la inclusión y el compromiso de todos los miembros de la comunidad en el proceso de toma de decisiones.
  5. Formar comités y grupos de trabajo: Organizamos estructuras comunitarias para facilitar la gestión y ejecución de las actividades.
  6. Capacitar a los líderes y miembros de la comunidad: Ofrecemos formación y desarrollo de habilidades para empoderar a los líderes y participantes.
  7. Crear un plan de acción comunitario: Desarrollamos un plan detallado que incluya todas las actividades y recursos necesarios para alcanzar los objetivos.
  8. Implementar las acciones planificadas: Ejecutamos el plan siguiendo el cronograma y las directrices establecidas.
  9. Evaluar y monitorear los progresos: Realizamos un seguimiento continuo para medir los avances y el impacto de las acciones.
  10. Ajustar el plan de acción según sea necesario: Adaptamos nuestras estrategias en función de los resultados y las necesidades emergentes.
  11. Comunicar los logros y desafíos a la comunidad: Mantenemos una comunicación transparente para informar sobre los éxitos y las dificultades encontradas.
  12. Fomentar la solidaridad y el trabajo en equipo: Promovemos una cultura de cooperación y apoyo mutuo entre los miembros de la comunidad.
  13. Promover la sostenibilidad de los proyectos y acciones: Trabajamos para asegurar que las iniciativas tengan un impacto duradero y que la comunidad pueda mantenerlas de manera autónoma en el futuro.

Este enfoque integral asegura que los proyectos no solo cumplan con sus objetivos inmediatos, sino que también contribuyan al desarrollo sostenible y al empoderamiento de la comunidad a largo plazo.

Además, Anawin aplica este enfoque en diferentes proyectos basados en la educación y la soberanía alimentaria en diversas comunidades, adaptando estos pasos al contexto, las necesidades, los recursos y los objetivos establecidos.

Fortalecimiento en la Organización Comunitaria de las áreas rurales a través de la Cooperación

14 junio, 2024

     

Bolivia, con su rica diversidad cultural y paisajes impresionantes, enfrenta desafíos significativos en sus áreas rurales. Sin embargo, surgen historias inspiradoras de fortalecimiento comunitario que están transformando vidas y revitalizando comunidades. Este fortalecimiento abarca diversos ámbitos: educación, salud, desarrollo económico y conservación del medio ambiente. La cooperación internacional para el desarrollo juega un papel crucial en estos esfuerzos, proporcionando recursos, conocimientos y apoyo técnico que son esenciales para alcanzar un progreso sostenible y equitativo.

  • Educación y Capacitación:

La educación es fundamental para el fortalecimiento comunitario en las áreas rurales de Bolivia. Programas de alfabetización y capacitación técnica equipan a jóvenes y adultos con habilidades necesarias para mejorar sus condiciones de vida. La cooperación internacional ha sido clave en la implementación de estos programas. Por ejemplo, organizaciones como UNICEF y UNESCO colaboran con el gobierno boliviano y organizaciones locales para desarrollar e implementar estrategias educativas que aseguren que niños y adultos tengan acceso a una educación de calidad. Estas iniciativas no solo elevan los niveles de alfabetización, sino que también promueven habilidades técnicas y vocacionales, preparando a la población rural para participar activamente en el desarrollo económico de sus comunidades.

  • Salud y Bienestar:

El acceso a servicios médicos básicos en áreas rurales es limitado, lo que afecta gravemente el bienestar de las comunidades. La cooperación internacional ha facilitado proyectos como clínicas móviles y campañas de vacunación que mejoran significativamente la salud en estas regiones. Organizaciones como la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Médicos Sin Fronteras han trabajado conjuntamente con el gobierno boliviano para llevar servicios médicos a las áreas más remotas, asegurando que incluso las comunidades más aisladas reciban atención sanitaria adecuada. Además, la formación de promotores de salud locales, apoyada por estos organismos internacionales, empodera a las comunidades para gestionar sus propias necesidades sanitarias, creando un sistema de salud más sostenible y resiliente.

  • Desarrollo Económico:

La agricultura es una fuente esencial de sustento en Bolivia. Programas de apoyo a pequeños agricultores, técnicas agrícolas sostenibles y la creación de cooperativas, muchas veces financiados y asistidos por la cooperación internacional, mejoran la productividad y los ingresos. Por ejemplo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) han implementado proyectos que enseñan técnicas agrícolas sostenibles y facilitan el acceso a mercados justos. Estos esfuerzos aseguran una mayor estabilidad económica a través de la diversificación de cultivos y la integración en cadenas de valor globales, permitiendo a los agricultores rurales mejorar su calidad de vida y contribuir al desarrollo económico nacional.

  • Conservación del Medio Ambiente:

La conservación es vital para el desarrollo sostenible en Bolivia. Iniciativas de reforestación, manejo sostenible de recursos y proyectos de ecoturismo, apoyados por la cooperación internacional, promueven la biodiversidad y generan ingresos adicionales. Por ejemplo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Banco Mundial han financiado proyectos de reforestación y manejo de cuencas hidrográficas que no solo protegen los ecosistemas locales, sino que también proporcionan medios de vida alternativos a las comunidades rurales. La educación ambiental, promovida por estas organizaciones, sensibiliza a las comunidades sobre la importancia de proteger sus ecosistemas, asegurando que las prácticas sostenibles se mantengan en el tiempo.

  • Participación Comunitaria y Gobernanza:

La participación activa en la toma de decisiones es esencial para el desarrollo comunitario. La cooperación internacional ha apoyado la formación de comités de desarrollo comunitario y asambleas locales que permiten a los habitantes rurales tener voz en los asuntos que les afectan. Por ejemplo, iniciativas financiadas por la Unión Europea y USAID han fortalecido la gobernanza local, fomentando la cohesión social y empoderando a las comunidades para ser agentes de su propio desarrollo. Estos proyectos no solo promueven la democracia participativa, sino que también aseguran que las soluciones a los desafíos locales sean inclusivas y sostenibles.

En conclusión, la cooperación internacional para el desarrollo es fundamental para enfrentar los desafíos que Bolivia enfrenta en sus áreas rurales. A través de la colaboración con organizaciones internacionales y gobiernos extranjeros, Bolivia ha podido implementar programas e iniciativas que transforman vidas y revitalizan comunidades. Esta cooperación no solo aporta recursos financieros sino también conocimientos técnicos y experiencias que son esenciales para lograr un desarrollo sostenible y equitativo.

Por último, quiero destacar la colaboración entre Amycos y Anawin, la asociación local con la que estamos trabajando en el país. Juntas, enfocamos nuestros esfuerzos en fortalecer la organización de las comunidades rurales.

Si deseas saber más sobre cómo llevamos a cabo esta labor, no te pierdas mi próximo blog.

LO MEJOR ES LO QUE ESTÁ POR VENIR

23 octubre, 2019

¡Hola hola! Después de dos semana rompemos nuestro silencio con un montón de cosas que contar.

Como anunciamos en la entrada anterior, estuvimos unos días en Wayjo en el Municipio de Morochata trabajando en la escuela con alumnos y maestros. Como no podía ser de otra forma la acogida fue inmejorable. Realizamos preparación de alimentos con los productos que cultivan en el huerto escolar, elaboramos juegos didácticos con materiales reciclados para el apoyo en el razonamiento lógico-matemático y en la lectoescritura, colaboramos en la mejora de la organización de la aulas, jugamos, bailamos y sobre todo ¡disfrutamos muchísimo!

 

La semana siguiente continuamos con nuestras actividades en Korihuma: taller de danza, atención de los casos psicopedagógicos, mejora de los espacios ecológicos del centro, apoyo a familias y trabajo de nuevas metodologías en el aula. Ayer mismo comenzamos con una serie de talleres de imagen corporal y de autoestima para alumnos de 6º de primaria. Seguimos planeando muchas cosas más. Sin duda estamos aprendiendo mucho.

Teníamos una salida planeada para poder conocer más lugares de este increíble país a La Paz y al Lago Titicaca, pero por la situación política hemos tenido que posponerlo. Esperamos que se solucione pronto y de la mejor manera posible.

Nuestro balance del mes que ya llevamos aquí es muy positivo, estamos aprendiendo mucho en todos los aspectos y sin lugar a dudas… lo mejor es lo que está por venir.

Os seguiremos manteniendo informados ¡Un abrazo enorme desde Cochabamba!

 

¡emociones!

4 octubre, 2019

Hola de nuevo,

Ya se cumplen 20 días de nuestra llegada a Bolivia.

El fin de semana pasado, tras cinco largas horas en un”trufi”con 18 pasajeros dentro y dos personas y una cabra en el techo (auténtico momentazo de película), visitamos el Parque Nacional de Torotoro y nos quedamos fascinadas con todo lo que allí vimos. Hicimos varias rutas a campo abierto en las que pudimos ver cavernas, pinturas rupestres y huellas de dinosaurios a más de 3.700 metros de altitud. Sin lugar a dudas, un paisaje y una escapada memorable.

 

Esta semana hemos seguido planificando nuestra intervención en el colegio y familiarizándonos con el centro y la comunidad, son geniales!!! Nos sentimos como en casa ya que todos y cada uno nos han tratado con mucho cariño desde el principio. Os dejamos por aquí alguna foto de los talleres que estamos comenzando.

 

La semana que viene os contaremos muchas cosas más…¡estamos encantadas!

Un saludito desde la oficina de ANAWIN!

Soraya&Lucía

¡LLEGAMOS!

27 septiembre, 2019

¡Buenas tardes!

Nos presentamos… Somos Soraya y Lucía estudiantes de Educación Social de la UBU. Estamos comenzando nuestro Prácticum y dónde mejor que en Cochabamba, Bolivia.

Llegamos el pasado miércoles 18 y esta semana ha estado cargada de nuevas experiencias, sabores, emociones, personas… Hemos podido visitar los lugares más emblemáticos de la ciudad: el Cristo de la Concordia, El Pueblito, los numerosos mercados y sus gentes, sin olvidarnos de su increíble gastronomía.

 

Este lunes visitamos la comunidad del Palta Loma en plena Cordillera de los Andes, a la que se le hacía la entrega del sistema de agua en un fantástico día de celebración donde nos sentimos tremendamente acogidas e integradas por todos y cada uno de sus miembros; degustamos los alimentos más frescos y sabrosos que habíamos probado nunca y nos empapamos de su cultura y bailes tradicionales. No podemos estar más agradecidas por tan cálido recibimiento.

 

 

 

También hemos comenzado nuestra andadura en el proyecto de apoyo al equipo psicopedagógico en la comunidad Korihuma II del municipio de Sacaba. Ya hemos podido hacernos una idea del gran trabajo que se está llevando a cabo por un equipo más que entregado y del enorme aprendizaje personal que esta comunidad nos va a ofrecer.

Nos leemos pronto

Un abrazo a 8.939 kilómetros de distancia

 

Para empezar diré que es el final…

17 diciembre, 2018

A escasas horas de que María y yo emprendamos nuestro viaje a La Paz (el último que haremos en el país antes de volver a la madre patria), me dispongo a escribir nuestra última entrada en el blog. Nuestra casa está más vacía que nunca, ya están las maletas hechas, todas las cosas recogidas, Karol y Sara nos dejaron ayer y ya están en sus respectivos hogares… Este es el momento en el que eres consciente de que esta aventura termina.

Tengo muchos sentimientos contradictorios; no quiero irme, ya soy capaz de moverme por esta caótica ciudad sin perderme, tenemos un grupo de amigos y hasta he encontrado el amor en la otra punta del mundo… pero a la vez quiero volver a España, compartir con los míos esta grandiosa experiencia y tener mi tiempo y espacio para reflexionar sobre todos los aprendizajes que he adquirido en este país. Por suerte sólo hay una cosa que tengo segura: volveré a Latinoamérica. No sé si a Bolivia, no sé si será el próximo año, pero sé que aquí me esperan grandes oportunidades.

Durante estas dos semanas hemos estado realizando los cursos vacacionales en la escuela de Korihuma pues el curso escolar terminó (a diferencia de España que el curso lectivo es de septiembre a junio aquí es de febrero a noviembre). Hemos trabajado el teatro haciendo famosas obras como Blancanieves, el baile llevando a cabo clases de zumba (he de decir que fueron todo un éxito y que me planteo seriamente ser monitora), de música y de dibujo y pintura donde hemos practicado distintos estilos artísticos como el puntillismo, la acuarela, el sombreado, etcétera. Han sido dos semanas muy divertidas y voy a echar de menos como a nadie a todos esos/as niños/as.

Y para terminar y como el resto de mis compañeras solamente puedo dar las gracias. No diré nombres porque me quedaría sin espacio por toda la buena gente que he conocido durante estos tres meses. Nos vemos pronto.

 

Mi corazón se queda en Bolivia

14 diciembre, 2018

Al final llegó lo que menos deseaba, el final de la experiencia. Da pena ver que algo que te hace feliz se esté acabando pero antes de las despedidas os contaré mi última semana.

Este fin de semana pasado lo pasamos en Cochabamba, ultimando compras, visitando sitios que nos quedaban por ver… en general exprimiendo el tiempo que nos queda aquí al máximo. Y durante la semana volví a ir a Tablamayu (que después de tres meses me comentan que no se llama así la comunidad, que en realidad se llama Kichka muqu) allí seguimos trabajando en la elaboración de las piletas.

   

También aproveché que era la última semana para disfrutar más tiempo con las personas de la comunidad y en especial con los niños; incluso se animaron a vestirme de cholita para que me terminase de integrar en la comunidad. ¡Qué diferente es trabajar en el pueblo con las familias a trabajar arriba en la obra con el frío y la niebla!

 

    

    

    

Otra cosa de la que he podido disfrutar esta semana ha sido de la promoción de los niños del colegio, pues aquí terminan el curso escolar ahora, que es cuando empieza el verano. En estas comunidades no es lo más común que los niños acaben la secundaria y se gradúen por lo que cuando lo logran los padres lo celebran por todo lo alto; incluso gastándose una gran cantidad de dinero pero es debido a la alegría que tienen por los objetivos logrados de sus hijos. Y nosotros fuimos tan afortunados de ser invitados a una de estas fiestas y poder presenciar toda la celebración de primera mano. Sinceramente a mi me recordaba a una boda, estaba todo decorado con flores, globos, lazos… e incluso  había concierto en directo, cámara y photocall y los regalos para la graduada no se quedaban cortos. Y tanto mis compañeras de aquí  como los de Amycos ya se estarán imaginando que es lo que también había, chicha, guindol, confeti blanco para dar y regalar y mucho baile de zapateo y cumbia boliviana.

   

Y ahora nos queda la peor parte, dos días para despedirnos de todos y de todo lo que nos ha hecho felices durante este tiempo. Quién nos iba a decir que el tiempo pasaría tan rápido, y más cuando los minutos parecían horas cuando llegamos al aeropuerto y esperábamos a que viniesen a buscarnos. A día de hoy solo tengo buenas palabras para describir esta experiencia, esta gran familia que es Anawin junto a la empresa constructora me ha recibido con los brazos abiertos desde el minuto uno y me ha hecho sentirme una más. Además, me ha ayudado a crecer como persona y como profesional, me ha enseñado a mirar más por los demás que por uno mismo . Gracias a ellos también he podido conocer profundamente a este país, su cultura, costumbres y creencias, que si no fuera por esta experiencia nunca hubiese podido conocer.

Antes de venir sabia que un voluntariado es una experiencia de intercambio pero tras estos 3 meses he de decir que he recibido mucho mas de lo que he podido dar, son muchas las personas que he conocido y los grandes momentos de los que he podido aprender y disfrutar. Sólo me queda agradecer a Anawin, Amycos y obviamente a la JCyL como las tres organizaciones que han hecho posible que yo viniese aquí. Pero en especial me gustaría agradecer a varias personas su apoyo, cariño y tiempo dedicado:

-A mis compañeros voluntarios, por hacer la convivencia sencilla y divertida y por todas las risas, discusiones y porque hacen de todo una fantasía.

-A todo el equipo de Anawin, por haberme enseñado tanto y haberme dejado ser participe de todas las actividades y experiencias. Y también a Rolo, que desde el minuto uno ha confiado en mi para cualquier labor y  que nos ha cuidado como un padre.

– Al todo el equipo de la empresa constructora con el que tanto he aprendido y disfrutado. Pero en especial a Gary, que ha hecho de taxista, de profesor y de amigo.

-Y por último y no por ello menos importante, a Rosa y Alessando, que nos han cuidado tanto aquí cuando estuvieron como en la distancia. Pues han estado pendientes en cualquier duda o problema que tuviésemos.

Ha sido un placer poder contaros mis aventuras durante este tiempo y quien sabe con las vueltas que da la vida quizás nos volvamos a leer. Ahora si que si, me despido de esta gran familia para poder ir a ver a la de España ¡Hasta siempre!

 

 

 

Cerrando un Ciclo

13 diciembre, 2018

Buenas Amig@s!

Esta es la última entrada que realizo en el Blog, al menos desde Cochabamba.

Soy consciente de que esta experiencia va a ser una de las importantes de mi vida y se acaba, pero no voy a hacer un drama de ello, más bien debo de sentirme afortunada por haberlo vivido.

Esta semana, por finnnn, he acabado la Línea Base, también he regresado a la calurosa Comunidad de San José para realizar visitas domiciliarias y seguimiento del proyecto que allí está en marcha, acompañada como siempre de Rudy, Liz y Miriam. Un lugar bello, lleno de vegetación, donde unos malditos mosquitos minúsculos y amarillos acaban con la paciencia de cualquiera.

El trabajo, como siempre, enriquecedor. Hemos realizado trabajo de higiene personal con los peques que hemos valorado más necesitados, además de la recogida de datos, espero no haber cogido algún que otro piojo de los que me han merodeado y que se vengan conmigo sin necesidad de ser facturados, jajaja.

   

¡Pues si!, el lunes dormiré en mi casa después de un largo viaje en el que seguro no hago más que recordar lo vivido y dar forma a mis pensamientos, un espacio de tiempo, también necesario para ir centrando mi vuelta e incorporación a mi vida “normal”.

Mientras tanto recordaré lo aprendido:

  • Soltar miedos y alejarme de mi zona de confort.
  • Ganar seguridad en mi misma y reafirmarme, en definitiva, empoderarme y cargar las pilas para seguir adelante con la mentalidad del aprendizaje continuo, con ganas de seguir conociendo y absorbiendo.
  • Tomar conciencia de que si estoy removida es porque he crecido y porque no tengo problemas más importantes en los que pensar.
  • Tolerancia hacia el desorden y la suciedad.
  • Encontrarme de nuevo conmigo misma.
  • Disfrutar de cada segundo y estrujar los tres meses como hacia tiempo que no lo hacia, sentirme viva.
  • Dejar fluir….
  • ¡y como nó, hacer Lineas Base!, jajaja

Echaré de menos de Bolivia…

  • Estar en tirantes en invierno.
  • La compañía de las locas con las que he compartido voluntariado y vida durante estos intensos meses.
  • Las horas de viaje por carreteras incestuosas con los compañeros de Anawin.
  • Algunas personitas a las que he conocido.
  • El trabajo en las comunidades.
  • Regatear todos los precios, hasta los del autobús o el sitio donde vamos a dormir.
  • Caminar entre truffis, coches y buses rápidamente.
  • Comer Salteñas, sopa de maní o las ensaladas de frutas.
  • Ver aguayos de colores a cada paso.
  • Poder comprar cualquier cosa, en cualquier sitio a cualquier hora del día.
  • Los chupachus de maracufresa.
  • Caminar por calles llenas de baches adornadas por millones de cables.
  • Los graffitis llenos de color y mensajes que decoran cada rincón de la ciudad.
  • La calidez de las personas con las que nos hemos encontrado en nuestros viajes y que ha cambio de nada nos han dado mucho.
  • El bajo coste del transporte, ¡así viaja cualquiera!.
  • El funcionamiento de las movilidades, las puedes coger en cualquier momento con solo levantar un brazo y bajarte de ellas diciendo en la próxima esquina.
  • El Cristo de la Concordia que se ha convertido en nuestra brújula para llegar a casa.
  • Pijchar Coca.
  • Los autobuses leito (cama), en los que poder descansar cómodamente durante las largas horas de viaje.
  • Los paisajes tan diversos de los que hemos podido disfrutar:

– El Salar y su nada.

– La fuerza de las montañas.

– El misterio de la Jungla.

– Las cascadas…

  • ¡Creo que voy a echar de menos hasta Palomitai, la canción boliviana de la que tanto he renegado!, jajaja.

Lo que seguro que no voy a echar de menos….

  • Estar continuamente pidiendo facturas y recibís para justificar la beca.
  • Comer papas y arroz en todas las comidas y cenas.
  • Que se me caiga el pelo, desde que llegamos aquí, debido al PH del agua ¡Me he vuelto alopécica! y mis rizos no son rizos.
  • Tener que estar todo el tiempo pendiente de lo que comes o bebes, las Amebas están acechando.
  • El mal funcionamiento del seguro médico.
  • La contaminación de humos generada por los tubos de escape de los viejos transportes públicos.
  • El ruido de la bomba de agua del edificio, que tormentosamente interfiere en nuestro descanso (vivimos en un piso 11).
  • Las cunetas llenas de plásticos, ver como tiran todo tipo de objetos por las ventanillas de los vehículos.
  • El olor a plástico quemado, se deben de creer que si lo queman desaparece.
  • La diferencia entre el coste de las entradas entre nacionales y extranjeros para entrar en museos, parque nacionales… a veces multiplicándose el precio por cuatro.
  • Los incómodos sofás que tenemos en casa, en los que por cierto ahora que lo pienso, a penas me he sentado.
  • Que nos silben continuamente por la calle o paren los coches para decirnos gilipolleces, como si alguien les hubiera preguntado.
  • Los maleantes que conviven en las ciudades  y por lo tanto el estado de alerta en el que tienes que estar.
  • El acento boliviano de las películas.
  • La conducción del transporte, rápida y temeraria….

Seguro, Seguro… ¡que tengo más aprendizajes, más cosas que echar de menos y más de las que agradeceré no tener en España!, pero no os voy a dar la chapa hasta la eternidad, jajaja.

Solo me queda una cosa y no por ser la última, la menos importante, A-GRA-DE-CER…

  • Gracias a mis compañeras y a Manolo, por hacer tan fácil la convivencia y estar ahí.
  • Gracias a Anawin, en especial a mis compañer@s de equipo por integrarme como una más y  dejarme aportar y trabajar. ¡Como no! a Rolo, que además de jefe y responsable, ha sido un amigo y en ocasiones ha sido como nuestro padre boliviano.
  • Gracias a Amycos, por hacer que todo esto sea posible, a Rosa por estar presente a pesar de la distancia y a Alessandro por hacer de cuidador y aguantarme en los días que más lo necesitaba.
  • Gracias a la Junta de Castilla y León por darme esta oportunidad y seleccionarme para poder participar en el Programa de Jóvenes Solidarios.

Os dejo, aún desde la ciudad de Cochabamba, montada en mi montaña rusa de emociones; alegría, tristeza, incertidumbre, nostalgia…

 

 

¡No quiero que se acabe!

7 diciembre, 2018

¡Hola amigos!

La experiencia esta llegando a su fin y la verdad es que casi no paro para poder escribir, pero aun así he sacado un hueco para contaros que tal me ha ido desde la ultima vez que os escribí.

La semana pasada me quedé en la oficina de Anawin para pasar a las planillas todas las medidas que habíamos tomado en Kochimayu y verificar de esta manera que lo realizado en terreno se correspondía con lo planificado y presupuestado. Es una tarea menos interesante estando aquí en Bolivia pero todos los trabajos tienen sus cosas buenas y otras menos buenas que hay que realizar de todas formas.

Por otro lado, el fin de semana lo hicimos un poquito más largo para poder hacer nuestro último viaje. En esta ocasión solo viajamos Karol y yo y fuimos a ver La Paz, Tiwanaku, Copacabana, La Isla del Sol, Coroico y Tocaña. La verdad es que hemos intentado aprovechar todo el tiempo libre que hemos tenido para conocer el país, que además a mi me ha sorprendido gratamente con sus impresionantes paisajes y contrastes entre montaña, selva y desierto, pero aún así se nos queda mucho por ver y en un futuro me encantaría poder volver a este país que en dónde se ha quedado con gran parte de mi corazón.

   

    

El lunes estábamos ya de vuelta, con las pilas cargadas y sin más días libres para dedicarnos las próximas dos semanas exclusivamente a trabajar. Por lo que el martes me fui con Rudy, Miriam y Karol a Waijo, una comunidad en la que se va a realizar el sistema de agua potable el próximo año, a realizar un taller con las mujeres para acabar de sacar unos datos para la linea de base. Allí estuvimos muy a gusto haciendo dinámicas con 20 mujeres y algunos niños y además el lugar es increible pues esta ubicado en las faldas de una montaña con mucha vegetación en Morochata. Sin embargo, fue un poco paliza pues fuimos y volvimos el mismo dia y se tarda de 2 a 3 horas desde Cochabamba a Waijo dependiendo del trafico y de los bloqueos.

Al día siguiente me fui con Rolo, Miriam y Rudy hasta Tablamayu pues allí nos teníamos que reunir con los dirigentes de la comunidad y con la empresa constructora para decidir de una vez el numero total de piletas pues no paran de unirse afiliados al comité de agua y había que zanjar ya el numero. También aprovechamos a visitar Kochimayu pues con las lluvias habían habido despendimientos del terreno y habia que verificar que el sistema estaba en perfectas condiciones; además había un comunario que aseguraba que no le llegaba agua a su pileta y se estaba empezando a cabrear pero al ir comprobamos que solo era falta de limpieza de la tuberia de su pileta pues con las lluvias se había entrado barro y hay que realizar un mayor mantenimiento en estas épocas cosa que no debían de haber hecho.

    

Al acabar el día, mis compañeros de Anawin se fueron y yo me quede en la comunidad hasta hoy viernes para ver con Gary, el arquitecto, las planillas definitivas y que todos estuviésemos de acuerdo en la definitiva. Mis compañeros seguían trabajando en las piletas y ya llevan construidas 48. Reafirmo lo que os dije, que la fase de las piletas es la más enriquecedora, estoy conociendo a muchas familias que nos reciben con los brazos abiertos y hacen que quiera quedarme otros tres meses mas. Además tenemos un nuevo amigo en el pueblo que viene a ver todos los dias, es un perro cachorro que me lo llevaría a España si sus dueños me dejasen.

    

              

Ahora me he vuelto a Cochabamba a descansar el fin de semana. Por lo que me despido y hasta la próxima.

 

Si no planeas nada, nada puede salir mal

Si no planeas nada, nada puede salir mal.

Esta es la máxima que he aprendido durante estos meses en Bolivia  ¡quien lo iba a decir!, cuando los que me conocen saben que si alguien planifica algo soy yo.

Han pasado muuchas cosas, pero esto ya está tocando a su fin, la marcha de Manolo nos recuerda que no nos queda nadita para marchar y sin duda nos llevaremos mucho más de lo que dejamos, pero no me voy a poner melancólica que todavía quedan 9 días y otra entrada para la nostalgia.

He continuado con el tedioso trabajo de la Linea Base, esta semana regresamos a Wuaiju, la Comunidad donde se realizará el nuevo Proyecto de Agua Potable,  esta vez para realizar un taller con las mujeres y poder obtener  información de primera mano con talleres prácticos y vivenciales.

El motivo de realizarlo con mujeres y no con hombres, es que ellas son las que se dedican a la alimentación e higiene de sus familias, además de trabajar duramente en el campo.

Es necesario fomentar la participación con ellas y empoderarlas para trabajar desde puestos de decisión en el Comité de Agua Potable o con Soberanía Alimentaria. Está demostrado que si trabajas con las mujeres de una Comunidad, la Comunidad entera se ve fortalecida mejorando su seguridad alimentaria y nutricional y mejorando su bienestar social y económico a largo plazo. Como recientemente a afirmado el Presidente del FIDA, Kanayo F. Nwanze ” Cuando se invierte en un hombre, se invierte en un individuo. Cuando se invierte en una mujer, se invierte en una Comunidad”.

Así que hay que trabajar duramente por conseguir la igualdad y que las propias mujeres valoren sus capacidades, cuestiones que no son muy fáciles de conseguir dado el fuerte androcentrismo que existe. La esperanza está en las mujeres jóvenes, las mayores dicen que no se les puede quitar el poder a los hombres, pero si esto ocurre en sociedades como la nuestra, imaginaros en una pequeña Comunidad que no llega a 400 habitantes, de la montaña boliviana.

¡Nadie dijo que la lucha era fácil!, así que seguiremos luchando allí a donde estemos, dejando pequeñas semillas que algún día germinarán.